Esta bebé llamada Lynlee, fue operada fuera del útero y devuelta al vientre materno. Lo que los médicos hicieron fue sacarle las piernas y parte de su torso para quitarle un tumora las 23 semanas de gestación, para evitar que continuara obstruyendo su flujo sanguíneo y dañando su corazón. Gracias a esta operación que se hizo a través de una incisión en el útero, lograron salvarle la vida a la pequeña. Al acabar la operación, devolvieron de nuevo a la pequeña al vientre de su madre.
El embarazo de Margaret Boemer era de gemelas, pero perdió a una de las bebés, y cuando ya ella pensaba que todo lo malo había terminado, un ultrasonido dejó ver que la segunda tenia un tumor.
Otros médicos la recomendaron que terminara con ese embarazo, pero ella se negó. Pero en otro hospital, el Hospital de niños en Texas, le sugirieron la operación que ella aceptó, y la realizaron de emergencia ya que el corazón de Lynlee comenzó a fallar.
Al operar a la niña tenian solo un 50% de probabilidades de supervivencia. La cirujía duró cinco horas, y se le logró quitar un 90% de la masa tumoral, que también limitaba la movilidad de la bebé en el útero. Después de la operación el tumor siguió creciendo.
Por fín Lynlee nació por segunda vez el 6 de junio de 2016 a las 36 semanas de la gestación, pesó cinco libras y ocho días después fue operada de nuevo para extirparle el 10% restante del tumor.
En mi opinión, me parece una noticia bastante interesante, ya que gracias a a forma de pensar, y de realizar su trabajo, aun quedan médicos que hacen todo lo posible por salvar la vida de cualquier persona,como en este articulo se dice, gracias a esos médicos que ofrecieron a la madre la pequeña posibilidad de que esa operación saliese bien, hoy en día esa bebé esta viva y cada día mas grande y mejor. 